Nochesófera – Interiores

Intentar definir el sonido de Interiores es tal vez un ejercicio no del todo útil. Acá no se trata de encasillar, ni mucho menos de intentar racionalizar los paradigmas que definen su esencia, pues la gracia de un trabajo como este se haya más bien entre el limbo de lo intuitivo y sensitivo. Los aspectos cercanos a lo atmosférico, danzan de manera mágica en esa mezcolanza que alcanza tintes Dream Pop, bajo una capa de posibilidades que lo atrae hacia vértices como el Trip Hop y las incontables progresiones rebosantes de distorsión Noise. Es ahí la clave de temas como Soñar, la cual aborda lo pasivo/agresivo de manera oscura pero épica, o la catarsis de Espejos, situada en un universo distante de resonancia musical.

En sólo 5 canciones, Nocheósfera logra algo tan mágico y alejado de toda escritura previa al significado de lo que significa hacer música. Ahí yacen temas como Lapislázuli -quizás la joya del Ep – dispuesta a ser encapsulado como una declaración de principios del dúo o la inquietante pero certera Adiós. Incluso hay lugar para una posible vocación Pop subterránea con Viaje de mar, canción que le aporta otra bifurcación del espacio – tiempo propio de las leyes de la física general a su sello. Interiores es esto y mucho más. Un disco distinto a lo distinto, complejo a lo complejo, pero con un corazón tan grande como una estrella brillante dentro de los horizontes más oscuros del cosmos.

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