Oscar Hauyon – No Necesito Más

El ovallino residente en Vicuña vuelve a tropos sónicos y líricos propios de su banda madre, entregando un disco directo, levemente alejado de la electrónica o la experimentación presente en entregas anteriores.

Siendo Polter uno de los fenómenos más interesantes acaecidos en la Región de Coquimbo, y casi cumpliéndose 20 años de su creación y 10 de su disolución, la carrera solista de su principal compositor, el tecladista Oscar Hauyon,  retorna hoy al powerpop que dio vida a la discografía de este proyecto ovallino, que desde una precariedad muy asumida logró colarse en medios como MTV, Vía X y Rock & Pop, en los años anteriores a YouTube y la redes sociales.

«No Necesito Más» es el título de su más reciente lanzamiento. Cinco canciones directas, guiadas por los sonidos de piano, bajo y batería, más uno que otro aditamento electrónico, pero ya lejos de los sonidos industriales o experimentales de sus discos «Huída» (2008) o «Mortal» (2013). Lo de hoy abre una búsqueda menos ambiciosa en diseño sónico pero más dedicada a lograr un lirismo conciso.

El título de este disco es precisamente el primer verso del primer track. «A Destiempo», nos habla con una urgencia casi de pop punk adolescente sobre los desafíos y sinsabores de la vida adulta. «Voy a destiempo y no regresaré del lento pasar de la adultez», canta Hauyon sobre un simple pero efectivo riff de piano que machaca desde el primer segundo y que se desarrolla en un crescendo de arreglos eléctricos y electrónicos.

«Siervos», el segundo track, nos habla de los pastores de las iglesias y sus pecados. La pedofilia de  ciertos sacerdotes católicos, y el lucro desenfrenado de algunos de los principales personeros de las iglesias evangélicas, son el blanco de esta denuncia. Scratches de hip-hop sobrevuelan en el contexto piano rock.

El tercer track, llamado «Ensoñar», experimenta con un ritmo dembow  similar al dancehall o reggaeton, pero sin dejar nunca el pop. Es un ejercicio de estilo breve que se desliza casi como un entremés o interludio, con una temática más convencional de amor y desamor.

«Sumergido» es otra reflexión sobre la adultez, abundando en la transitoriedad de los recuerdos y los muchos personajes que puede ser una sola persona en su vida. Su sonido remite a referentes de pop suave español al estilo de Mecano o incluso Mocedades.

Cierra el disco «Isa», una autoindulgente opus dedicada a la paternidad, titulada con el nombre de la hija de este músico ovallino. Esta es la canción más larga y es también la que más recuerda a los más exitosos midtempos de Polter. Las cadencias son predecibles pero resueltas con los efectivos ganchos melódicos marca registrada de este creador.

En el disco colaboraron los músicos Nicolás Guajardo (Abuelo Ácido, Franka Miranda) en batería, Felipe Cortés (Animales de Lumiere, Bedroom Dreamers) en bajo y algunos scratches de DJ Kryss, compañero de Hauyon en el proyecto Colectivo Rap Mistral. La portada es una foto intervenida a mano por la artista visual EveConVer.

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