“Hara Kiri”: Lo nuevo de Nocheósfera
El dúo ovallino radicado en Valparaíso lanza su nuevo álbum de larga duración.
En medio de la pandemia que ha azotado el mundo, el dúo Nocheósfera libera su tan esperado primer larga duración que lleva por nombre Hara Kiri este próximo 17 de abril. Con tan solo unos cuantos años en el ruedo, algunas presentaciones en directo y el lanzamiento de un muy bien recibido EP titulado Interiores, Nocheósfera (proyecto bajo el alero de Paula
Valmaro y Cisco G) le ha impregnado un nuevo aire a las sonoridades más “Dreamy” del Pop. Con un pie en la revisión de ambientes oscuros y luminosidades nocturnas, la paleta de emociones y sensaciones que exploran en esta obra, propicia un estado de ánimo suspendido en la idea de búsqueda, conformando un híbrido entre la construcción más integral del ruido y el salvaje pulso sintético que cobija sus canciones. A través de sus canciones que debaten las reminiscencias más puras del sentir humano, Hara Kiri fusiona variados elementos que hacen de este viaje, un huracán de magnetismo y revelaciones.
El álbum contiene 9 tracks intensamente cargados de emociones y tintes oscuros, el cual fue coproducido por el excéntrico productor musical Cristian Heyne, con el cual parece haber una sinergia extrañamente familiar. “Cristián siempre ha sido un referente musical para nosotrxs, al conocerlo sentimos que muchas cosas hicieron click y fue súper fácil entendernos, su forma de trabajar es tan meticulosa y detallista que nos hizo sentir flojos como productores jaja, aprendimos caleta de el” explican.
La comunicación entre Heyne y la banda diluye más de una correlación en el significado del álbum, puesto que la cabeza de Shogun sería esa pieza faltante de un complejo rompecabezas armado por Pau y Fran en los últimos dos años. Su “Harakiri” artístico, siendo esta obra una manera de trascender hacia algo mayor, y esto se refleja a la perfección en la influencia que ha ejercido el “sonido urbano” en el álbum, aportando tanto al cometido musical propiciado por estas composiciones, y a la vez conectando con la euforia de un presente encriptado en la rejuvenecida esencia de un grupo como Nocheósfera; sin miedo a dejar de lado cualquier etiqueta en pos de aventurarse en algo único y honesto.